miércoles, 9 de marzo de 2011

Dancer in the Dark (2000)


No hace ni dos días que tuve el placer de ver esta película y cuando intento retraer algún feedback de sus escenas a mi cabeza aún puedo sentir ese nudo en el estómago que se me hizo casi insoportable durante un largo periodo de la película, y digo placer por que me encontré ante una de las mejores películas que he visto en los últimos años, pero no fue ese sentimiento precisamente el que experimente mientras sufría el filme.

Dancer in the Dark (Bailar en la oscuridad), es una película melodramática musical, dirigida por el danés Lars von Trier, en el año 2000 y protagonizada por la cantante y actriz islandesa Björk.

La historia se desenvuelve en Estados Unidos (1964), donde Selma (Björk) es una humilde, bondadosa, e indefensa inmigrante checa que padece una enfermedad hereditaria y degenerativa de la vista que le va a dejar ciega de un momento a otro. Selma trabaja día y noche para conseguir ahorrar el dinero necesario con el fin de poder pagar la operación de su hijo Gene, que más tarde también sufriría su enfermedad. Su única pasión y vía de escape a tal desesperación es su pasión por los musicales, y aunque participa en una obra teatral, más tarde tendrá que abandonarla debido a su ceguera y disfrutar tan solo de sus alucinaciones, en las que se ve inmersa en musicales con el contexto real en situaciones agobiantes que la superan y le toca vivir. La vida de Selma se convierte en un entramado de sucesos negativos y angustiosos que llegan de forma directa a herir los sentimientos del espectador.

Personalmente, adoro a Björk como cantante, compositora y mente creativa que es. Pero no había tenido la oportunidad de disfrutarla en su faceta como actriz hasta el momento, y aunque no goce de una larga trayectoria cinematográfica la interpretación de este papel está a la altura de las grandes, de ahí a que le llevase a conseguir varios premios y nominaciones a la mejor actriz en el año 2000, entre ellos el Festival de Cannes.
Björk encarna un papel que transmite agonía, desesperación, angustia, sufrimiento y tristeza, mientras consigue que el espectador no solo aprecie como ella lo siente sino que él mismo lo padezca. De hecho la misma actriz desveló después de su trabajo que debido a la sufrida filmación del largo no iba a actuar más, sin embargo más tarde reapareció con Drawing Restraint 9. Particularmente hacía tiempo que una película me obligaba a levantarme del sillón por puro sufrimiento y consiguiese un cúmulo de emociones tan fuertes como lo hizo "Bailar en la oscuridad". Björk además compone e interpreta la banda sonora del largometraje que más tarde incluiría en un álbum editado "Selmasongs", el cuál refleja la intensidad de la voz, el sentimiento y la emoción que transmite Björk en sus creaciones e interpretaciones.

Nada que decir del director Lars von Trier, sino que ha conseguido plasmar la angustia y el sufrimiento en algo tan alegre y fugaz como son las obras musicales. La naturalidad de las imágenes, la maestría para llevar las escenas directamente al corazón, la interpretación y el hacer sentir, dan las claves para determinar que estamos ante una de las grandes obras maestras del los últimos años en el cine postmoderno.

Esta es una de las piezas musicales que interpreta Selma (Björk) en la película, "I've Seen it All", la cual está compuesta por Björk, con la delicada colaboración de Thom Yorke (Radiohead).


Tras el trágico desenlace, el cuál es uno de los fuertes del director danés y culmen del sufrido y triste tramo final de la película, se muestra una frase esperanzadora que refleja la personalidad del personaje de Selma:

 "They say it´s the last song. They don´t know us, you see it´s only the last song if we let it be."
(Ellos dicen que esta es la última canción. Ellos no nos conocen, verás, es la última canción si nosotros lo permitimos)

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